Cuando tienes un problema con tu sitio web o tus campañas de marketing digital no generan el retorno que esperabas, las agencias digitales suelen curar las heridas cambiando una tirita por otra más grande:
Las agencias digitales que basan su negocio en producto son así: si algo no funciona bien, la solución es hacer más de lo mismo. Esa es la definición perfecta del desastre.
Tu web debe hablar sobre tus clientes, no sobre lo estupenda que es tu empresa.
Esto no va sobre ti, va sobre ellos. Tu tráfico depende del SEO y este depende de la calidad del contenido que publicas, entre otros muchos factores. Si no optimizas tu sitio web y su contenido para tus clientes ideales, por muchas visitas que tengas, tus ventas no crecerán.
El SEO es como apuntarte al gimnasio. No basta con pagar la cuota: hay que sudar, no vaguear, cuidar tu alimentación y seguir un plan.
No se adelgaza ni se convence a Google de que eres mejor que los demás en tres semanas. Para lograr autoridad de dominio y audiencia digital necesitas crear contenido original de alta calidad y publicarlo de forma regular en el tiempo.
Estar en las redes sociales por estar no sirve para nada.
Tener muchos seguidores que no se convierten en clientes o en fans de tu marca no genera ingresos. Sólo debes estar en aquellas en las que están tus clientes ideales, y no te comprarán solo por que les muestres lo bonito que es tu producto: necesitas interactuar con ellos, hablarles, informarles, entretenerles, educarles... ayudarles.
¿A que es frustrante? A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que lo barato suele salir caro.
La esperanza de vida útil de un sitio web empresarial no supera los dos años. Tu empresa no es la misma hoy que hace dos años, ni lo será dentro de otros dos.
El web debe evolucionar con la empresa. Utiliza un gestor de contenidos (CMS) capaz de responder a cualquier necesidad de cambio sin tener que pagar por un nuevo sitio web cada vez que necesite una evolución. La calidad técnica de un sitio web es otro de los factores fundamentales del éxito del SEO, de la atracción de tráfico y de su conversión a ventas.
La mayoría de las empresas enfocan de manera equivocada su presencia digital. Los síntomas descritos arriba son consecuencias de la falta de planificación en ese sentido.
El verdadero problema es que tu marca va con el freno de mano puesto, digitalmente hablando. Tu motor de crecimiento sufre fricciones que frenan el desarrollo total de su potencia.
Eliminar cualquier fricción ayuda a reducir el coste de adquisición de tus clientes e incrementará la rentabilidad de tu inversión. Tu ventaja competitiva debe ser la adquisición y fidelización de clientes.
Recuerda, tu sitio web no debe hablar de ti, sino sobre ellos. Informa, educa, acompaña y ayuda a quienes busca una solución para una necesidad que tu empresa puede satisfacer. Eso es inbound.
Tú quieres vender tus servicios o productos, pero ellos quieren soluciones para sus necesidades. No es lo mismo.
Crea el viaje de compra adecuado para sus necesidades, soluciónaselas y acompáñales siempre.
Tu web va sobre ellos, no sobre ti. Crea contenido adecuado a sus necesidades y conviérteles paso a paso.
Sigue ayudando a tus clientes para que se conviertan en fans de tu marca. Atraerán ellos solos a nuevos clientes.
No hay relación entre tener un gran producto y que te paguen por él. De hecho, los clientes no compran tu producto o tu servicio, te compran a ti. Tú eres quien les resuelve sus necesidades.
Pero sí hay una enorme relación causa-efecto entre hacer un gran marketing y lograr ventas. Cuando puedes lograr clientes de forma más rentable que tu competencia, puedes reinvertir en fidelizarles para lograr mayor crecimiento futuro.
Tu mejor ventaja competitiva es, en realidad, tu habilidad y capacidad para adquirir clientes.
Más anuncios, más contenido y más social media no te ayudarán a vencer a tus competidores.
La estrategia adecuada a tus clientes ideales, unida a un sitio web optimizado para el rendimiento máximo y al marketing de crecimiento, sí te garantiza la multiplicación de resultados hacia el futuro.